lunes, 4 de julio de 2016

Los más pequeños y el uso de TICS

Sabemos que la tecnología invade nuestros espacios, enfrentándonos a nuevas formas de conocer, pensar, sentir y actuar; y ya no podemos imaginarnos sin ella. Hay muchas de las herramientas de la cultura a las que solemos tener fácil acceso y pueden sernos útiles para las prácticas de enseñanza en la sala, siendo más innovadoras al incluir las tecnologías digitales. A pesar de esto, la presencia de dispositivos tecnológicos en la sala no garantiza una utilización significativa de los mismos, por eso la tecnología no debe tomarse como un fin en sí mismo, sino como una herramienta más de aprendizaje que contribuirá al desarrollo de las propuestas pedagógicas de manera transversal. Su uso puede potenciar las propuestas y permitir otras formas de construcción del conocimiento. Alvarado Torres (2006) menciona que las prácticas educativas que involucran el uso de las tecnologías le permitirán al docente propiciar espacios donde los niños interactúen con las mismas, dando la posibilidad de obtener nuevas experiencias que promuevan el desarrollo de habilidades, creación de nuevos conocimientos y generar ambientes lúdicos que fomenten el desarrollo de la creatividad y aprendizajes para toda la vida. Cuando las tecnologías son utilizadas con intención pedagógica en un proyecto pedagógico, se pueden ver propuestas de enseñanza y de aprendizaje verdaderamente innovadoras. Con respecto a esto, Marilina Lipsman (1997:167) reconoce que “para que una innovación funcione, es conveniente comenzar de a poco y pensar con amplia perspectiva” (Rolandi, A. M. (2012))